El español y la cultura hispánica siempre han despertado un gran interés, pero en los últimos años este interés ha crecido todavía más…
Hoy en día, ya somos más de 21 millones de personas estudiantes de español.
Y es que nuestra lengua disfruta de muy buena salud. Si las predicciones no se equivocan, para el año 2050 habrá más de 530 millones de hispanohablantes, de los cuales 100 millones vivirán en los Estados Unidos. La población hispanohablante, una de las de mayor crecimiento en el mundo, comparte servicios y cultura, y ofrece a empresas e instituciones una oportunidad de crecimiento única.
El español (470 millones de personas) es la segunda lengua materna del mundo por número de hablantes, después del chino. También la segunda lengua en un cómputo global de hablantes (559 millones) en el mundo: si sumamos los hablantes de dominio nativo con el grupo de competencia limitada y el grupo de estudiantes de español como de lengua extranjera.
Es el idioma oficial en 21 países:
- España,
- en las Islas Caribeñas (Cuba y Puerto Rico),
- en la República Dominicana, en Norte América (México),
- en Centroamérica (Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá)
- en Sudamérica (Colombia, Venezuela, Uruguay, Paraguay, Argentina, Chile, Bolivia, Perú y Ecuador).
El español es también, la segunda lengua más hablada en Estados Unidos.
El aprendizaje del español (junto al del inglés) se ha convertido en imprescindible en nuestro mundo globalizado. Ya no es sólo que nos permita acceder a la cultura hispana y disfrutar de grandes obras literarias, del arte y del cine, sino que abre muchas puertas a nivel profesional y es un punto más en el CV universitario.
Son muchas las empresas que valoran los conocimientos del español en el momento de contratar a nuevos colaboradores/ trabajadores, muchas las que consideran imprescindible el nivel B2 del Instituto Cervantes en el momento de considerar un ascenso o promoción… Sin olvidar el Plan de Bolonia, que establece un nivel B2 de una segunda lengua extranjera como requisito imprescindible para finalizar los estudios universitarios.